martes, 2 de agosto de 2011

Intrusiones En el ojo ajeno.




Manolo ramos, Mario Cantoral,  tragedia ocurrida un 12 de mayo de 1986, con esos nombres y esa fecha daba inicio la obra que se llevo a cabo el pasado sábado 30 de  julio, en el centro cultural Miguel Ángel Asturias, llamada Intrusiones En el ojo ajeno. Una obra de grupo tercera llamada  y dirigida por René Estuardo Galdámez, teatrista Guatemalteco, Actor, Director, y Dramaturgo el cual a lo largo de su carrera á tenido reconocimientos y participación en eventos de gran magnitud cómo el festival de teatro Lido de Brasilia, Brasil; El festival por la vida de San Ramón, Costa Rica; entre otros. Obtuvo el premio Muni a la Dramaturgia 1998. Sus obras han tenido una excelente aceptación de tal manera que las han llegado a traducir en Ingles y portugués.  




René Estuardo Galdámez  

Intrusiones En el ojo ajeno contaba con la actuación de Douglas Vásquez, Víctor leal Ricardo Marroquín y la participación de Dharma Morales, una joven con una profesión de Diseño grafico pero Actriz de vocación, En el 2005 se inscribe a la academia de Arte dramático Rubén Morales de la Universidad Popular e inicia su formación Teatral, egresado de dicha institución en Octubre del 2007; mismo año que concluye su carrera de diseño grafico en la USAC.

Esta obra, lleva a cabo varios puntos muy importantes y es algo que está viviendo nuestro país aunque un tanto confusa, pero a la misma vez toca los puntos más importantes el cual provoca tener toda la atención del público. Todo esto es un laberinto en el que hombres y mujeres son provocados por sus propios deseos. Los temas a mencionar  eran; La violencia, el incesto, violación, y muertes.

Esta obra se dividía en varias escenas, en una de ellas mencionaba varios nombres, de los cuales el protagonista se recordaba perfectamente, porque él había estado mucho tiempo con ellos, como recuerdo tenía una gorra de cada uno, y por el aroma de cada gorra sabia a quien pertenecía, estos niños habían sido asesinados.

Otra escena era titulada El Sustituto, acá reflejaba el dolor de una hija hacia su madre, porque siente que ya no le dieron el mismo cariño desde el momento que adoptaron a un niño llamado David, y el reproche que hacia su madre es porque ella siempre quiso tener un hijo, al tenerlo no vivió demasiado tiempo y después tuvo a su hija, y a las 17 años decide adoptar ya que no había conseguido tener ese hijo tan deseado.

Un personaje con una mirada perdida, inicia hablando  de “Dedos y Uñas”   pero al hablar solo decía cosas de su madre, resaltando la sabiduría la experiencia, pero regresaba con el tema de las uñas, que el comérselas le daba tranquilidad, sabias porque eran más duras a veces y porque otras no. Guardaba uñas en su bolsillo y cuando le daban ganas de comérselas evitaba cortárselas con los dientes y sacaba la de su bolsillo.

Y como última escena “La imagen borrosa”  donde hace su participación Dharma Morales inicia platicando con su hijo, ayudándole a ser su maleta porque este se iría de viaje y seguiría estudiando al otro lado del mundo, no entendía porque repentinamente viajaría, y en un momento dado se ven a los ojos y con intenciones de besar a la madre, pero ella se retracta hasta que le confiesa que el padre se había dado cuenta que su hijo tenía una relación amorosa con su esposa  y ese era el motivo por el cual quería enviar lejos a su hijo, ya que era el único que le podía arrebatar el amor de su esposa.

Estos son temas que pasan en todas partes del mundo, son estos temas los que René Galdámez resalta en “Intrusiones En el ojo ajeno”

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